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5 diferencias entre préstamos y créditos que no sabías

4 mar. 2016 por Guillermo Escribano

Conocer las diferencias -y las ventajas y desventajas de cada opción- entre préstamos y créditos es algo sumamente importante para cualquier pequeño o mediano empresario que necesite financiación para su proyecto. Como en tantas otras ocasiones en el mundo de las finanzas, estos dos términos a menudo se confunden aunque son claramente diferentes, y en los negocios, las confusiones a veces pueden resultar caras. A continuación, revelamos las 5 diferencias más importantes para que puedas tomar la decisión más adecuada a tus circunstancias.

¿Qué son y dónde se consiguen?

La distinción fundamental entre préstamos y créditos está en cómo y cuándo se obtiene el capital. En un préstamo, una suma determinada es desembolsada por el prestamista al prestatario en un pago único. Por su lado, un crédito, en vez de ser una cantidad que se presta, es una suma que se pone a disposición de su beneficiario, pero que no tiene por qué utilizarse si no se necesita.

Un crédito entonces es más flexible que un préstamo, pues su obtención no implica contraer una deuda, sino la posibilidad de contraerla en cualquier momento que sea necesario. El capital procedente de un préstamo se puede utilizar una única vez, mientras que un crédito puede utilizarse repetidamente.

Otra diferencia entre préstamos y créditos es su procedencia. Un crédito puede proceder de una entidad financiera en forma de capital monetario directo puesto a disposición de un cliente sin dárselo, en su forma más elemental con una tarjeta de crédito, o de una empresa en forma de bienes o servicios proporcionados, a pagar en un futuro acordado.

Un préstamo, al tratarse de una suma dada en el momento que se llega a un acuerdo, puede provenir de un amplio abanico de opciones (bancos y cajas, administración pública, portales de crowdlending, business angels, fondos de inversiones de capital de riesgo…), pero no suele producirse por parte de una empresa privada, a no ser que ésta sea parte del sector financiero.

Comisiones y devolución de préstamos y créditos

Un factor determinante a la hora de elegir entre préstamos y créditos es el precio del dinero para el empresario - las comisiones y los intereses, además de posibles penalizaciones. En muchos préstamos tradicionales, las comisiones para obtenerlos solían ser más elevadas que en los créditos, pero gracias a las nuevas tecnologías las comisiones de los préstamos están bajando y suelen ser un porcentaje muy reducido de su total, debido a que los usuarios tienen más acceso a esta información y pueden comparar con más facilidad. Por su parte, los créditos no suelen llevar ninguna o una muy baja comisión de apertura.

En lo que se refiere a los tipos de interés, los préstamos suelen estar sujetos a intereses más elevados pero fijos, mientras que los créditos llevan intereses variables que dependen en gran medida de la puntualidad y totalidad de sus pagos por parte de los empresarios. Debido a esto, los créditos pueden resultar ventajosos si son bien administrados, pero convertirse en un quebradero de cabeza añadido si la empresa pasa por dificultades.

Un préstamo se suele devolver a plazos fijos periódicos, generalmente mensuales, que se acuerdan en el momento que el prestamista desembolsa la cantidad prestada al prestatario con sus correspondientes intereses. En algunos casos con prestamistas más flexibles, como en FundingCircle por ejemplo, la amortización anticipada no conlleva penalizaciones, pero en muchos casos la deuda contraída se convierte en fija durante el tiempo pactado.

En el caso de un crédito, sólo se devuelve lo que se ha utilizado dentro del último periodo, generalmente también mensual. Si no se ha tocado dentro de ese período no hay nada que devolver, pero un pago puede ser mayor que el que supondría una mensualidad de un préstamo y hay que tener presente que las penalizaciones por pagos retrasados pueden ser duras, tanto inmediatamente como en los tipos de interés futuros.

¿Cual me conviene más?

Vistas las diferencias entre préstamos y créditos, a la hora de elegir qué opción es la mejor, se suele considerar que los préstamos son adecuados para proyectos concretos que dan rendimientos a largo plazo mientras que los créditos resultan más indicados para cubrir posibles puntas en gastos. La devolución de préstamos es más fácil de planificar debido a su regularidad, pero su coste total acostumbra a ser más elevado. Idealmente, una empresa dispondrá de la posibilidad de obtener un préstamo para invertir y al mismo tiempo una línea de crédito para su día a día.

En cualquier caso, la buena gestión garantiza el acceso a ámbas posibilidades en buenas condiciones y el primer paso hacia una buena gestión es el conocimiento de las implicaciones y consecuencias de cualquier decisión financiera, por lo que cada una de ellas debe examinarse minuciosamente antes de ser tomada.

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