Toda empresa necesita liquidez tanto para cubrir sus gastos en el día a día como para poder invertir en ampliar y mejorar su negocio. Pero para las pequeñas y medianas empresas (pymes), este capital a veces resulta complicado de conseguir. Sin embargo, existen ayudas para pymes a diferentes niveles que facilitan que estas puedan seguir en activo y que sus fronteras a la hora de crecer se vean determinadas por el mercado en el que ejercen su actividad y no por una falta de financiación. Las nuevas tecnologías han revolucionado también este sector.
Obtener financiación a través de los canales tradicionales es algo cada vez más difícil para las empresas que realmente lo necesitan: las pymes. Al no contar con los abultados activos y patrimonios con los que cuentan las empresas más grandes, los bancos y las instituciones financieras son más reacias a la hora de concederles préstamos.
Es la paradoja de siempre: cuanto más necesitas un préstamo, menos probabilidades tienes de obtenerlo, y si alguien te lo da, suele ser a un interés desproporcionado. El problema está en que, en estos tiempos que corren, parece que los bancos tengan cada vez menos predisposición a dar préstamos en condiciones más o menos aceptables. Pero, por suerte, hay alternativas para los préstamos para empresas.
A la hora de financiarse, las pymes deberían, en primer lugar, averiguar si cumplen los requisitos para poder beneficiarse de alguna ayuda pública. Una primera parada esencial a la hora de informarse es, por lo tanto, el sitio web de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, perteneciente al Ministerio de Industria Energía y Turismo. A través de este portal se puede acceder a mucha información sobre distintos programas de ayudas y subvenciones oficiales a nivel europeo, nacional y autonómico, agrupados por ámbito geográfico y sector empresarial. Este sitio web resulta de gran ayuda y es un buen punto de partida a la hora de informarse sobre los varios instrumentos financieros presentes en España e ideas que pueden resultar de utilidad a la hora de conseguir fondos, tales como los Business Angels o el Crowdfunding entre otros.
Los programas oficiales de ayuda suelen estar compuestos por una ayuda financiera por parte del organismo oficial que los emite o tal vez sólo un aval y un acuerdo con instituciones financieras privadas con condiciones que resultan relativamente ventajosas para el empresario. Sin embargo, no todas las empresas cumplen con los requisitos, los procedimientos para obtener estas ayudas pueden resultar un tanto arduos y también se debe tener en cuenta que la mayoría de ellas tienen plazos de caducidad, por lo que varían en el tiempo.
Aprovechando las nuevas tecnologías, una alternativa que está ganando cada día más “fieles”, tanto entre empresarios como entre pequeños inversores, es el crowdlending. Portales como Funding Circle facilitan el contacto entre pequeños inversores y pymes que necesitan reunir capital. Por un lado, los inversores en Funding Circle desean obtener beneficios de sus inversiones, pero a menudo también les mueve el afán de colaborar con la construcción del tejido empresarial nacional e internacional de una forma más cercana, viendo y pudiendo seguir a las empresas en las que invierten.
Para los empresarios en busca de ayudas, por su parte, el crowdlending resulta una forma cómoda y mucho más ágil de conseguir financiación para empresas, de reunir fondos para sus proyectos a un tipo de interés que a menudo resulta más competitivo que el que pueden obtener de una institución financiera tradicional, y a un coste en términos de tiempo y esfuerzo mucho menor.
Por último, en el caso de tener que recurrir a una institución financiera tradicional, Internet también es la herramienta más útil como punto de partida. Gracias a los comparadores de préstamos online, es mucho más fácil que antaño el hacerse una idea y conseguir estimaciones de préstamos. La información que antes sólo se podía conseguir mediante largas visitas a sucursales bancarias ahora se puede obtener en un momento. A partir de ahí, partiendo de un punto concreto, las habilidades negociadoras del empresario y la solidez de su proyecto serán los factores que determinen si consiguen la cantidad deseada y bajo qué condiciones.
En la era de Internet y de las nuevas tecnologías aún hay esperanza para los pequeños empresarios de poder obtener ese capital esencial para mantener y ampliar sus negocios y poder seguir cumpliendo su sueño de llevar a cabo sus proyectos profesionales. Explorar e informarse sigue siendo esencial, pero gracias a buscadores oficiales y privados y nuevas formas de invertir y de conseguir inversiones, las posibilidades para las pymes nunca han sido tan buenas, incluso en un clima económico que en el 2016 ha empezado un tanto tempestuoso. Siguen existiendo rayos de luz que consiguen irrumpir entre las nubes.
