Las pymes se enfrentan ahora más que nunca a problemas a la hora de conseguir la financiación que toda empresa necesita para poder expandirse, aliviar las tensiones de tesorería o adquirir activos. El marco legislativo de Basilea III y la aversión natural de los bancos a conceder préstamos a las pymes que más los necesitan, hacen que conseguir capital en el sector bancario resulte muy complicado para los pequeños y medianos empresarios. Afortunadamente, hay canales de financiación no bancaria a los cuales las pymes sí pueden acceder. Te descubrimos los secretos para encontrarla.
Conseguir la financiación que una empresa necesita para seguir adelante es como reunir las partes perdidas de un mapa del tesoro. Para conseguir la imagen o, en este caso, la cantidad completa de dinero, hay que llamar a muchas puertas y disponer de recursos prácticos.
La perseverancia es clave especialmente cuando los bancos no quieren colaborar con un proyecto, y hay que indagar y buscar en otros lugares y a menudo combinarlos para conseguir alcanzar el objetivo. Por suerte, Internet también ha revolucionado la financiación no bancaria y conseguir información sobre las opciones disponibles es más fácil que nunca. A continuación, te indicamos las opciones más destacadas que puedes explorar para hacerte con el “tesoro”.
Una opción que cada vez es más popular entre las pymes que no encuentran financiación con los bancos son las plataformas de crowdlending como Funding Circle. En estas plataformas, las pymes pueden obtener financiación de inversores privados de todo el mundo que creen en sus proyectos, a un tipo de interés razonable, de forma rápida y ágil y con condiciones flexibles y favorables.
El proceso resulta sencillo, ágil y transparente, y en caso de cumplir con los requisitos mínimos, el pequeño empresario obtiene rápidamente la financiación no bancaria que necesita, o parte de ella con la que diversificar sus fuentes de capital. El crowdlending es, por lo tanto, un gran punto de partida a la hora de reunir fondos mediante prestamos para empresas. Con un poco de suerte, dependiendo de la cantidad que se busca, es el inicio y el final de la búsqueda del “tesoro”.
Otra posibilidad en auge al alcance de las pymes son los llamados business angels, los “ángeles de la guarda” de los pequeños y medianos empresarios más ambiciosos. A diferencia del crowdlending, los “ángeles” aportan también consejos prácticos partiendo de su propia experiencia, así como sus contactos, lo que puede resultar de gran utilidad para las pymes en las que invierten. Es un sistema diferente a los créditos para empresas.
El criterio más importante que buscan estos inversores es que la empresa tenga un alto potencial de crecimiento que les genere una gran rentabilidad en su inversión. Por lo tanto, sobre todo para las empresas pequeñas, es una buena avenida a explorar, ya que el tamaño actual de la empresa no resulta tan importante.
Sin embargo hay que recordar que estos ángeles suelen pedir una gran rentabilidad en su inversión. Existen plataformas que, como el crowdlending, unen a pequeños inversores con pequeños empresarios, ponen en contacto a redes de “ángeles” que cuentan con experiencia y capital con pequeños emprendedores que cuentan con una visión. De forma parecida, las empresas que invierten en capital riesgo son otra opción, aunque éstas solo suelen invertir en proyectos más consolidados y suelen exigir más control en las compañías en que invierten.
Por último, un recurso al cual algunos afortunados pequeños empresarios pueden acogerse para conseguir financiación no bancaria para sus proyectos son los contactos personales en forma de amigos y familiares. Pero en muchos casos éstos no disponen de los recursos necesarios para poder contribuir significativamente e implican posibles problemas a la hora de devolver el dinero prestado. Sus posibles consecuencias a nivel de relaciones personales de amistad o entre familiares, hacen que esta opción a menudo no sea viable o deseable.
En conclusión, es muy probable que se tenga que recurrir a una combinación de más de una de las formas de financiación no bancaria mencionadas, sobre todo cuánto más alta sea la cantidad que se necesite conseguir. Es importante armarse de paciencia, hacer los deberes a la hora de explorar las distintas posibilidades y, especialmente, tener en cuenta sus costes, tanto monetarios como no monetarios, ya que el futuro de cualquier empresa está siempre muy ligado a las condiciones a las que se enfrenta a la hora de devolver sus deudas, y éstas pueden variar mucho.
Sin embargo, el esfuerzo en reunir las piezas del mapa se verá recompensado por el “tesoro”: el capital deseado en condiciones favorables. Como en tantas otras ocasiones, merece la pena perseverar.
