Las fuentes de financiación para las pequeñas y medianas empresas están cambiando, en especial debido a la irrupción masiva de las Fintech (tecnologías financieras) que están revolucionando el sector. A continuación, las mejores opciones para tu empresa a la hora de financiarse en 2016.
Para determinar las mejores fuentes de financiación para tu empresa, debes considerar:
El punto de desarrollo en el que se encuentre tu empresa y sus posibilidades de futuro determinan qué opciones tienes y cual te conviene más, así que tanto para tus prestamistas o inversores potenciales, como para ti mismo, lo primero que necesitas es tener un plan de empresa que detalle “donde estás” y “hacia donde vas”. Cuanto mejor sea el estado actual de la empresa, y más convincente sea el proyecto, a más de las siguientes opciones te podrás acoger.
Si tu empresa es pequeña pero está establecida, la mejor de las fuentes de financiación es el préstamo de particulares a través de una plataforma de crowdlending como Funding Circle. Con su proceso más fácil, rápido y transparente, y con muchas más posibilidades de conseguir el capital que buscas que a través de la banca, cada vez más pymes acuden a este tipo de financiación por la comodidad y las condiciones flexibles y favorables.
Esta opción está cobrando un notable protagonismo tanto a nivel nacional como internacional y es perfecta para empresas de todos los sectores que desean ampliarse y crecer, que necesitan aliviar tensiones de tesorería, adquirir activos o expandirse. Los préstamos para empresas a través de Internet son la mejor manera de solucionar estas necesidades.
Si tu empresa necesita más de 250.000 euros con un plazo máximo de 5 años y estás dispuesto a renunciar a parte del control sobre tus proyectos, otras buenas opciones son los business angels o el capital de riesgo. Muy parecidas entre sí, el factor principal para elegir entre ellas es la escala de tu empresa y la inversión que necesitas. Los business angels, al tratarse de particulares, aún teniendo unos recursos económicos muy por encima de la media que les permiten invertir en empresas, disponen de límites más bajos en su capacidad que los fondos de capital de riesgo y su enorme potencial.
Ambos tipos de inversores buscan unos rendimientos más altos para su inversión que los inversores en plataformas de crowdlending, y suelen adquirir una parte de tu empresa y una parte de tus beneficios, los cuales te ayudan activamente a maximizar. Esencialmente, estás buscando un socio para tu empresa que exigirá una parte del pastel de tus beneficios.
Si además de tener un gran potencial de crecimiento tu empresa desempeña su actividad en un campo muy innovador, otra fuente de financiación que puede resultar muy interesante, aunque algo elitista, son las incubadoras de negocios.
Su funcionamiento es parecido al de los inversores de capital de riesgo, pero se ponen más recursos a disposición de los elegidos, incluyendo unas instalaciones concretas, lo que implica que la empresa tenga que trasladar su sede a la incubadora donde establecer relaciones con otras empresas y acelerar el crecimiento.
Por otro lado, tanto si eres más de la vieja escuela como si no, hay fuentes de financiación para empresas más tradicionales que puedes utilizar. La primera opción a considerar, aunque pueda resultar un poco laberíntica, son las subvenciones o ayudas públicas a las que posiblemente puedas acceder. Al tratarse de financiación para empresas procedente del sector público, este tipo de capital viene con condiciones ventajosas como tipos de interés muy bajos, por lo que merece la pena explorar estas opciones en 2016.
Finalmente, los préstamos bancarios son la opción tradicional y, hasta hace relativamente poco, la única conocida por la mayoría de los empresarios y una de las pocas disponibles. Sin embargo, los duros criterios que actualmente aplican los bancos a la hora de conceder financiación para pymes+, hacen que cada vez menos pymes consigan obtenerlos y que muchas ya ni lo intenten. Además, su inflexibilidad y su anticuado funcionamiento lleno de condiciones y penalizaciones convierten a esta opción en menos atractiva que otras para las pequeñas empresas en la actualidad.
