Cada vez más pymes recurren a financiarse a través de capital privado por las dificultades que se encuentran a la hora de conseguir préstamos del sector bancario, así como los obstáculos y la falta de garantías para conseguir financiación en el mercado público de valores. Te contamos sus ventajas.
Las tres formas más habituales que suele tomar el capital privado para financiar una pequeña empresa son:
Sea cual sea la opción más adecuada a las circunstancias de cada empresa, estas formas de financiación gozan de tres ventajas en común:
La primera ventaja del capital privado es su accesibilidad. Los inversores privados, ya sea a través de portales de crowdlending como Funding Circle, o mediante fondos de capital de riesgo, o directamente en forma de business angels o inversores particulares, a menudo financian empresas que no pueden acceder al capital que necesitan a través de bancos o mercados de capital públicos.
En el caso de los préstamos para empresas a través de crowdlending, los requisitos para acceder a financiación son mucho más flexibles que a través de canales más tradicionales, con mucha menos documentación a presentar y un proceso mucho más rápido y ágil. En casos como el de Funding Circle, en cinco minutos puedes enviar tu solicitud y en menos de 48 horas recibir una respuesta.
Para otro tipo de inversores, como business angels o fondos de capital de riesgo, el proceso puede ser un poco más lento debido a que tardan más en analizar el potencial y piden más documentación en forma de un plan de empresa potente. Sin embargo, para ellos es mucho más importante la proyección de futuro de una empresa que su presente por lo que suelen arriesgar más que un banco y poner más fe (y fondos) a disposición de las pymes si estas son capaces de convencerlos.
La segunda ventaja que tiene el financiarse con capital privado es que una vez lo has obtenido, a los inversores privados les interesa que triunfes.
En Funding Circle, esto se manifiesta con un alto grado de flexibilidad a la hora de devolver un préstamo. Los pequeños inversores que aportan su dinero a menudo lo hacen movidos por cierta conciencia social, queriendo no tan solo unos buenos rendimientos, sino aportar algo tangible a la economía del país ayudando a reforzar su tejido empresarial y a crear empleo. Es debido a esto que los tipos de interés para las empresas son competitivos, se paga una única comisión transparente desde el principio, y la amortización anticipada del préstamo no conlleva coste alguno.
En el caso de la financiación para empresas obtenida a través de la venta de acciones o participaciones a fondos de capital de riesgo o business angels, el hecho de que su rentabilidad sea variable proporciona un incentivo aún más poderoso, si cabe, para que tengan interés en el bien de tu empresa. La manifestación de dicha voluntad en este caso es que estos inversores aportan sus conocimientos y sus contactos y colaboran activamente para verte crecer.
Para los pequeños empresarios, su empresa, donde posiblemente hayan vertido sudor y lágrimas, es su plan de vida. Por eso es sumamente importante conservar el control del rumbo de su proyecto.
En ese sentido, el capital privado también resulta ventajoso a la hora de financiarse ya que se conserva el control íntegro de la empresa, en el caso de obtener un préstamo a través de crowdlending o de emitir bonos, o se mantiene un control parcial en el caso de que se hayan vendido acciones a algún inversor privado.
Además, con estos instrumentos financieros, la empresa se mantiene en manos privadas, por lo que no está sometida a posibles tempestades en los mercados financieros causadas por accionistas especuladores, sino tan sólo a las condiciones de su propio mercado, como ocurriría se acude al Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Por tanto, el capital privado es una excelente manera de financiación para pymes.
